Jugando de nuevo al Final Fantasy 8 luego de tantos años me ha hecho verlo con otros ojos. Una de las cosas más importantes es que me ha hecho sentir como el adolescente tonto y creativo que era en la secundaria, y lo otro es que lo veo a través de ojos y oídos más críticos.
Lejos de ser algo malo, mas bien me hizo apreciar lo mucho que de hecho me agrada este juego a pesar de que siempre es colocado como uno de los peores de la saga. Entiendo de donde vienen las fuertes críticas y bueno, todos estamos con derecho a argumentar lo que se nos venga en gana, no? pero el punto aquí no es realmente analizar a fondo por qué Final Fantasy 8 es un excelente juego, si no hablar de algo que note en su narrativa que en mi opinión no funciona en ningún otro medio. Ya me explico.
Cuando juegas un videojuego, la dinámica por lo general es la de tener cierto control de la narrativa. Si bien no todos los juegos tienen historias o formas de cambiarla, el juego nunca va a avanzar a menos que tengas algún tipo de interacción con este. Por ejemplo, en Tetris tienes la meta de hacer cuantas líneas sea posible, y esto no se puede lograr a menos que de hecho tomes el control y deduzcas cual es la mejor manera de llegar a donde quieres. Es esta interacción la que hace a los videojuegos algo único cuando de hecho tienen una narrativa involucrada, y creo que uno de los mejores ejemplos yace en el juego que hoy discutimos.
Final Fantasy 8 es la historia de un grupo de mercenarios haciendo cosas de mercenarios. Hay mucha política involucrada y acción por montones, pero al fin y al cabo es una historia de amor. El juego si se pone como culebrón mexicano, pero es un culebrón extremadamente efectivo por las herramientas que sólo puedes conseguir en este medio.
Verán, el protagonista Squall tiene un rival llamado Seifer, y la relación entre ellos no es muy diferente a la que tendrían… Harry Potter y Draco Malfoy, Goku y Vegeta, Naruto y Sasuke, o yo y el rollito que me dio diarrea la semana pasada. Es por esta rivalidad que al jugador se le enseña a sentir disgusto por Seifer y querer derrotarlo, verlo humillado por las cosas que te hizo y obtener la santa justicia, y es aquí donde llega Rinoa.
Rinoa es la típica chica con aura de vecina amigable, y es la que protagoniza cuanto póster había del juego y probablemente más de un sueño mojado cuando eras un pibe. Ella es parte de un grupo de resistencia que va en contra del gobierno, y contrata a Squall y sus amigos para que le ayuden en sus planes de arruinarle la fiesta al dictador de turno.
Squall y Rinoa se conocen cual novela de romance, con baile y todo para luego separarse tras una mágica noche con fuegos artificiales incluidos. Cualquier perdedor piensa que la tiene en la palma de su mano, pero cuando la vuelves a ver resulta y acontece que ella gusta de Seifer, el pinche bully cabrón que te tiene los huevos reventados.
Todo un Chad.
Recuerdan lo que había mencionado de que los videojuegos no pueden avanzar sin ti? pues adivina cual culebrón no puede avanzar a menos que te sientas atraído a quien se supone que es tu interés romántico?
En un videojuego es medio difícil enamorarse de un personaje porque nunca los llegas a conocer tanto como para decir “esta es la indicada”, y entonces solo se reduce a cual te hace halar el ganso con más intensidad. Pero como en Final Fantasy 8 no puedes escoger a quien enamorar, el juego te tiene que manipular a que te guste Rinoa en esa manera que solo los juegos pueden lograr: dando una meta, un obstáculo y una recompensa al final; un flujo básico que requiere que el jugador interactúe con las mecánicas del juego.
Puede que al principio Rinoa te hubiese dado igual, y quizá hasta te gustaba más Selphie o Quistis, Zell, Irvine, etc. quienes son los otros miembros del grupo, pero el juego necesita que te encariñes con Rinoa, entonces al hacer que le guste otra persona te da una motivación para ganarla de vuelta, una recompensa a obtener por seguir la historia hasta eventualmente enfrentar a Seifer.
Si, puede que eso sea objetificar a la pobre Rinoa (quien es un excelente personaje después de todo) al colocarla como trofeo literal para que el jugador vaya tras ella, pero es una táctica que nunca había tomado en cuenta a la hora de manipular los sentimientos de los jugadores cuando se necesita. Si no puedes hacer que alguien se sienta atraído a un personaje específico, manipula para que lo haga y sienta algo similar al amor. El hecho de que el jugador se sienta celoso porque Rinoa le gusta Seifer es una jugada ingeniosa porque no necesitas quererla de verdad para sentir que debes luchar por ella, porque al final la meta es evitar que el bully de Seifer se quede con la chica, y considero que es algo que solo se puede lograr en un videojuego porque si bien en otros medios tu simplemente apoyas a que ciertos personajes terminen juntos (piensa en Rocky cortejando a Adrian en las películas de Rocky), ningún otro medio te pone en los zapatos del protagonista y te puede manipular en que te importe un interés romántico específico cuando posiblemente estás más interesado en las otras opciones.
Un ejemplo sencillo: ¿Cuántas veces no hemos visto un anime de romance solo para decir que la mejor chica era cualquier otra menos la principal? lo mismo sucede en Final Fantasy 8, pero el gameplay y como este está entrelazado con la historia hace que pelees por Rinoa así no sientas realmente nada romántico hacia ella. Tu solo quieres que Seifer pierda.
Es este tipo de cosas que me hacen dar cuenta del potencial de los videojuegos a la hora de contar todo tipo de historias. El hecho de que puedan manipular a un sector grande del público de esta manera cuando otros medios fallan es un testamento al potencial infinito que posee como medio narrativo, y me ha inspirado un poco para buscar otros títulos que hayan logrado algo similar a esta jugarreta tan sucia pero efectiva.
¿Que videojuego has notado que te manipula de una u otra forma? (el mobage que te extrae el equivalente a un salario mínimo al mes por un .jpeg no cuenta)
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