Es un cuento tan viejo como la prostitución. Mientras más crecemos y más responsabilidades acumulamos, menor es el tiempo que dedicamos a nuestros pasatiempos. Y si bien juegos como Red Dead Redemption 2 o Death Stranding han logrado el desafío de cautivarme por mas de 70 horas en el ultimo año, últimamente siento una necesidad por juegos cortos pero bien hechos. No por estar demasiado ocupado, es solo que cuando vemos una película por lo general sabemos cuando va a terminar. Es un tiempo que sabemos calcular y planear alrededor, muy diferente a jugar donde todo es mas nebuloso. Un progreso constante puede verse afectado por alguna sección particularmente difícil, dejas de jugar por hoy y cuando te das cuenta pasa un mes y todavía no te dan ganas de tocarlo.
Honestamente me pasa muy seguido, mas de lo que me gustaría admitir. Se podría hacer el argumento de que un buen juego es aquel que no quieres que termine, y hay algo de razón en ello; este medio se caracteriza por su interactividad, entonces si algo no te engancha a lo largo de su runtime ¿quizá no es tan bueno como pensabas?
Es completamente válido pensar eso, pero me lleva de vuelta al título de esta entrada. Con juegos cortos me refiero a experiencias donde sepas que al dejar tu asiento habrás visto una historia de principio a fin, sin incertidumbres. Ayer precisamente jugué un excelente corto llamado Sayonara Wild Hearts, el cual me dejo impresionado en todo aspecto. Durante la hora y pico que dura el juego me sentí muy bien por enfocar mi atención y ancho de banda mental sabiendo que no me iba a dejar agotado, que no lo tenia que jugar por seis horas seguidas para al menos ver la mitad de todo. Fue genial, y quiero mas juegos que sean así, que me permitan darles mi 100% sin consecuencias. Jugar videojuegos a veces es como correr sin ver la meta, todo se va a sentir largo y agotador comparado a correr con una meta a la vista, donde puedes distribuir mejor la energía que quieres gastar para llegar ahí, que es donde supongo que otros medios tienen una ventaja intrínseca que los hace mas accesibles. Nadie espera que una película valga una hora por dólar, o un libro sea un dólar por pagina, además de que la única inversión física es sentarte y prestar atención. En cambio los videojuegos deben cumplir unas expectativas que muy frecuentemente afectan la calidad de la experiencia.
Aparte de Sayonara Wild Hearts, el juego que me hizo pensar en esto es Half -Life. Este shooter es relativamente corto comparado a muchos juegos, el problema es que solo lo puedo jugar por periodos cortos de tiempo antes de que el motion sickness me haga vomitar, lo cual es una pena pues quiero ver la historia hasta el final, pero a menos que los juegue en largas sesiones no creo que eso sea posible dentro del tiempo que le quiero dedicar.
No quiero alargar este asunto, así que voy a seguir mi propio ejemplo y dejar esta entrada sin mucho relleno.
¿Qué juegos parecidos a Sayonara Wild Hearts recomendarías? Aparte del mentado juego también recomiendo Rainy Season (el cual puedes ver en la imagen que adorna el post), un titulo que carga mucha nostalgia incluso si no fuiste un niño japonés, con una duración también de una hora en promedio. 100% wholesome keanu chungus.
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