Por más que insista en que me gustan las series de chicas lindas haciendo cosas lindas, la cruda verdad del asunto es que prefiero miles de veces aquellas donde de hecho ocurre ALGO.
No hablo de que una serie debe tener si o si una trama densa donde algo ocurre a cada segundo, pero si soy parcial a aquellos trabajos que no puedo comparar fácilmente con un sueño en medio de un coma diabetico. La relajación es importante y dichos trabajos (Conocidos como «Iyashikei» o «Sanación») tienen su lugar, pero soy una persona a la que le gusta maratonear su anime y eso se vuelve difícil cuando la serie está hecha para todo menos para tenerte al borde del asiento. Así que si me ofrecen un anime que me ofrece chicas lindas, acción decente en alguna forma y buena comedia solo voy a preguntar a quien debo vender mi alma.
En este caso mi alma es ahora propiedad de Brain’s Base (Tonari no Kaibutsu-kun, Oregairu, Mazinkaiser, New Getter Robo…) quien en invierno del 2014 adaptara D-Frag! por Tomoya Haruno.
La historia se centra en un delincuente que es solo tal nominalmente y que luego de circunstancias… eh… luego de muchas circunstancias termina uniéndose a un club de procedencia y objetivos dudosos.
En este momento podría empezar a soltar una cantidad ridicula de comparaciones o animes de corte similar. Sea que hablemos de animes con «Único tipo terminando en un sitio lleno de tipas», «»Delincuente» uniendose a un sitio lleno de tipas» o «Club quirky con objetivos nada claros». Incluso podría tomarme este instante para publicar de modo burlón una imagen de Haganai que es el anime donde la descripción superficial que hice da más en el clavo… sin embargo lo hermoso del asunto es que NINGUNA de estas comparativas le hace justicia en D-Frag y tratar de hacerlas sería miope como mínimo.
El Club de Producción de Juegos (Temp) inicia con el típico problema de «Si no tenemos suficientes miembros nos cerrarán (Ah, y no hemos contribuido nada a las actividades escolares)» excepto por el detalle de que esto es en buena parte porque Roka (La presidenta) se niega a reconocer la existencia del otro miembro masculino del club (Shio Hachi, bishonen millonario, buen tipo y masoquista sin remedio). El club en sí está formado por Roka (Elemento: Fuego, Elemento real: Oscuridad), la presidenta, «Gobernante secreta» de la escuela y una niña peligrosa para todo motivo técnico o práctico. Chitose (Elemento: Tierra), la mejor amiga de Roka y la presidenta del consejo estudiantil quien consiguiera su puesto luego de DERROCAR al consejo anterior. Sakura (Elemento: Agua), la menor en el club y la «Chica aparentemente despistada que es de hecho más hábil, peligrosa y perceptiva de lo que en un principio aparenta» residente. Y Oosawa-sensei (Elemento: Electricidad), un fracaso de profesora con un taser que no teme en usar en lo más mínimo. Todas operan en una lógica solo familiar para ellas y cada una es una persona peligrosa por mérito propio tanto física como mentalmente.
Es a este club que luego se les une el protagonista, Kenji Kazama (Elemento: Viento… solo visto en el manga por ahora). Un chico que quiere ser un delincuente que domine la escuela pero no logra hacerse de un nombre pues es de hecho bastante regular en todo sentido. Cosa que la historia no teme restregarle en cada oportunidad posible. Sus labores suelen ser las de ser el único con sentido común o el Tsukkomi residente. Y con todo esto no he hablado de Takao, miembro del verdadero club de producción de juegos, pechugona residente, nerd de turno y aparentemente super humana por herencia.
Y es que el primer fuerte de D-Frag yace en sus personajes. Todos son memorables. TODOS. Incluso los extras que solo salen en contadas ocasiones como el padre e hijo que pueden sentir power levels, los otros compañeros de Kenji fuera de Funabori, 50/50 Fujisaki o buena parte de los que se unen al torneo por la bolsa de Roka. Bien sea por un comentario, por su rol en aquel momento o por algún quirk especifico, todos en D-Frag son relevantes a su modo.
Es interesante como se traduce esto en los personajes principales también. Empezando por Kenji, quien a pesar de ser «Solo regular» se gana su propio caracter siendo un buen samaritano compulsivo, un competidor terco y por sobre todo alguien que al saber que el juego está en su contra modifica el juego a su favor (Quizá uno de los mejores ejemplos en el anime sea su batalla de King’s Game contra Roka donde ganó pues rompió la parte de la vara de Roka, que era la ganadora y la atajó en el aire). Si bien no tiene un caracter tan pronunciado como el resto, si posee su propia personalidad y virtudes/defectos que hacen que se gane su puesto en la trama. Me recordó bastante a Guy de GaoGaiGar en ese aspecto.
Chitose, a pesar de su carácter tosco en extremo con el clásico lado flaco por los miembros de su club (Incluso disculpándose con Takao en la feria escolar), se muestra que no siempre fue así, que en su niñez era más similar a Funabori, lo cual le da un buen nivel de profundidad. Takao, a pesar de ser en cierto modo la más femenina en virtud de tener buen cuerpo, de hecho tiene problemas en el departamento de feminidad en parte por su peligrosa inocencia y por poseer una mentalidad de no preocuparse mucho por como vestirse y dar más prioridad a comprar juegos que ropa. Y en uno de los detalles que me fastidia que no se haya traducido del todo al anime, Sakura es la segunda persona más cuerda del club, y si bien se suele mantener a un costado haciendo cualquier otra cosa deja en claro en muchas ocasiones que es más inteligente/atletica/perceptiva de lo que en un principio aparenta.
Apartando los personajes por un momento, otro punto importante de notar en D-Frag es que todo lo que hacen se siente juvenil y exagerado… pero todo en el mejor sentido de esas palabras. D-Frag está sorprendentemente cargado de acción, con combates tan creativos como largos y enfrentamientos tan ridículos como geniales. Imaginen cualquier sketch de Nichibros donde pretenden estar en un setting de fantasía, solo que en este caso TODOS en el cast incluido Tadakuni se lo toman más en serio de lo que deberían. Combinado con el ya de por si colorido cast, D-Frag hace que todo lo que ocurre se sienta importante y te mantenga al borde del asiento. Desde lo peligroso como un enfrentamiento contra el antiguo consejo estudiantil donde toda la escuela es un campo de batalla hasta lo mundano como un juego de piedra papel o tijera para ver quien termina con el alien horroroso en el extraño juego de mesa que creó el club.
En una nota más personal, toda la trama de D-Frag toca puntos sensibles. La premisa de «No encajé en el club así que cree el mío propio para estar más cómodo» refleja directamente como empezó esta página en primer lugar. Eso combinado con la actitud general de la historia que es en iguales partes «Tomémonos en serio la cosas» y «Divirtámonos lo más posible» resonaron peligrosamente conmigo al verlo.
Volviendo de nuevo a la historia, un punto que me agradó bastante es el tratamiento del «Romance» entre Takao, Kenji y Roka. Takao hace todo lo posible por conocer más y acercarse a Kenji, intentos que no pasan desapercibidos para NADIE (Excepto quizá Kenji) mientras que Kenji halla calma en que Takao es una de las pocas personas «Normales» en su circulo (En el manga a falta de Kenji es Takao quien cumple las labores de Tsukkomi). Sin embargo, a pesar de los intentos por ser adorable de Roka, Kenji la ve más como una rival digna, lo cual si bien es menos «Romantico» crea la impresión de que son más cercanos. Pero lo mejor de todo este asunto es que no se explota ni se atraviesa. El «Romance» es simplemente una clase de tensión que existe entre los personajes ya mencionados y que crea una fuerza extra durante sus interacciones y/o desarrollo, en ningún momento se descarrila la trama para enfatizarlo o se genera drama en base a el.
Aprovechando que toqué el tema del romance (Aunque no está realmente relacionado) es curioso como, si bien el cast central es decididamente femenino, no se siente como un setting de solo chicas (Piensen Love Live, K-On, Yuru Yuri, Yuyushiki u otras donde solo se ven chicas) y por el contrario de hecho se siente equilibrado (Ayudado por el ya mencionado «Personajes importantes a su modo»).
Saliendo de esta tangente particular, D-Frag hace un trabajo genial como adaptación (Apartando el detalle ya mencionado sobre Sakura), adaptando el manga casi cuadro por cuadro y expandiendo ciertas escenas para que tengan más impacto (Como cada vez que Roka entra en modo oscuro). Una escena particular que me encantó es cuando llegan al flashback en el techo (Un edificio se incendia y Kenji y compañía cuando niños quedan atascados en el techo junto a un sujeto vestido de superheroe) y el superheroe RaGaiGar de hecho tiene la voz de Nobuyuki Hiyama (Juro que voy a volver ese «Gokurin!» mi tono para mensajes).
El cast de Seiyuus no es solo cualquier cosa. Roka es Kana Hanazawa (Kosaki Onodera… por dar un ejemplo menos repetido), Chitose es Chiwa Saitou (Frederika en Chaika… de nuevo, para dar un ejemplo menos repetido), Sakura es Mikako Takahashi (Heart Aino en Arcana Heart), Takao es Shizuka Ito (Sailor Penis Venus en Sailor Moon Crystal. Curiosamente actuó en el hentai Bakunyuu Shimai bajo el nombre Taeko Kawajiri) y Kenji es Katsuyuki Konishi (KAMINA). Otros nombres incluyen a Oosawa-sensei por Ami Koshimizu (Sailor Waifu Jupiter en Sailor Moon Crystal a falta de otra comparativa apropiada), Funabori-san por Aki Toyosaki (Medaka en Medaka box… para salir de lo común) Ataru por Jun Fukuyama (A-Drei en Valvrave porque es lo más cercano que se me ocurre) y Shiou por Kouki Miyata (Vash en Trigun).
En fin, si por toda la palabrería anterior no captaron el mensaje, recomiendo D-Frag con todo mi ser. Es una de esas extrañas series donde no ocurre nada que me haga gruñir y frotarme el puente de la nariz en frustración además de ser en iguales partes divertida, graciosa e intensa. Si pueden darle una oportunidad al manga luego de verlo mucho mejor.
Alternativamente pongamoslo de este modo: Podría haber soltado alguna comparativa con otro anime en base a una descripción superficial… y preferí abstenerme.