Todos tenemos esos juegos que nos dan curiosidad pero que a menos que estén en descuento probablemente ni locos tocaríamos. En Cesta de Descuentos vemos dichos juegos y analizamos si valen la pena a precio completo, en descuento, o en absoluto.
Senran Kagura es una franquicia que me tomó por sorpresa. No todos los días recibo un juego que cumple con su promesa de darme una amplia variedad de chicas voluptuosas con mecánicas de daño a la ropa y que además de eso ofrece gameplay decente y satisfactorio enmarcado en una historia aceptable con personajes fácilmente diferenciables.
Es una franquicia de tetas, en más de una forma.
Y luego de tener dos beat ‘em ups decentes (tres si contamos que Burst es una versión del primer Senran Kagura), decidieron sacar un juego de ritmo… sobre cocina.
Sigue teniendo más sentido en contexto que P4 Dancing All Night de algún modo.
Senran Kagura: Bon Apetit es una historia que te deja en claro desde el momento que inicias que no está ahí para tomarse en serio. ¿Historias sobre cómo la línea entre “buenos” y “malos” puede estar simplemente en un mal día o una sola mala decisión? ¿Un relato sobre cómo creer fervientemente en que no hay tonos medios entre dos facciones solo lleva al desastre y terminas poniendo de antagonistas a personas que en teoría siguen tus mismos ideales? Nada de eso acá, en su lugar tenemos a Asuka predicando un agresivo amor por las cosas GRUESAS Y LARGAS, Haruka tratando de que Hikage tome una poción que la pondrá a bailar samba o Yomi angustiada porque su amor por los brotes de soya haya muerto. Todo mientras Kiriya adereza las presentaciones con cosas como que Asuka es “la chica más blanda del grupo en virtud de ser protagonista” o como quiere que Ikaruga sea su esposa.
¿Pero a quién demonios le interesa la historia de un juego de ritmo? Excepto que en este caso es quizá el único motivo por el que escogerías a Bon Apetit por encima de Project Diva.
Bon Apetit pone a ambas chicas a cocinar para Hanzo en una competencia, y tu desempeño determina que tan bien te va en comparación a la otra chica (poniendo una barra en la parte superior más a tu favor). Cada partida tiene 3 rondas, aunque no es un caso donde gana el mejor de dos, sino que la perdedora de cada ronda recibe daño a su ropa. En realidad solo importa que ganes la última ronda, lo cual le da un tanto más de margen de error que en otros juegos de ritmo.
Con un buen desempeño, la mitad de un corazón a un costado se va llenando gradualmente en las primeras dos rondas y si se llena completo, a la tercera puede salir un corazón como nota en la secuencia. Dar a este corazón resulta en la cámara enfocándose más provocativamente en la otra chica. Una victoria total (No perder ninguna ronda y darle a la nota en corazón) resulta en que luego de la pantalla de resultados la perdedora termina en Nyotaimori pero con helado (Nyotaimori siendo la práctica de comer sushi en el cuerpo de una mujer desnuda).
Una mecánica interesante es la de las artes ninja, en lugar de ser especiales son un “super modo” que una vez activado te da muchos más puntos y sube de nivel mientras más mantengas los combos, resultando en puntajes cada vez más altos. Es una mecánica que premia el mantenerse en combos por tiempo prolongado y se vuelve una necesidad en las dificultades más altas.
También cabe contar como el juego corre en lo que es básicamente una versión mejorada del engine de Shinovi Versus, al punto que en Vita todos los DLC que hayas comprado para Shinovi Versus sirven acá. Las mejoras son evidentes al notar los modelos más suaves, tiempos de carga mejorados y que el juego corre en general mucho mejor.
En cuanto al componente de juego de ritmo puramente, el juego es… menos estelar.
El primer problema con Bon Apetit es la música. Un juego de ritmo vive y muere con su música, parte de la experiencia es asociar con memoria muscular partes de la canción con secuencias de botones. Y la música en Bon Apetit no es exactamente memorable.
No se confundan, no es mala, pero es la clase de música que tienes de fondo en cualquier otro juego en lugar de temas que te puedes aprender fácilmente. 90% de las canciones no tienen letra y las letras ayudan a aprenderse una canción mucho más fácil.
Por ejemplo, este es el tema de Ikaruga en Burst.
Este es su tema en Shinovi Versus
Y este su tema en Bon Apetit
Pueden notar que su calidad es consistente entre cada uno, pero incluso en Bon Apetit sigue sonando como un tema para un beat ‘em up en lugar de un tema que va frente y centro en gameplay.
Pero el problema principal es que la composición del juego es en iguales partes demasiado distrayente y muy aburrida. Las notas vienen en dos filas al fondo de la pantalla mientras las chicas cocinan. Las animaciones limitadas de las chicas cocinando y que la entrada de notas sea de modo tan monótono resulta en una interfaz que no es interesante y cansa luego de poco. Pero encima de esto, el juego gusta de colocar cosas como los ángulos provocativos al tocar la nota corazón en un contexto donde estás demasiado concentrado viendo las notas y su posición no hace que puedas apreciar bien el momento ni con vista periferica. Todo eso sin mencionar que colocar las notas en un Shuriken me ha hecho presionar X más veces de las que debería ser aceptable.
En otras palabras, si quieren un juego de ritmo hay muchas mejores opciones que Bon Apetit. Esta es la clase de juego que compras por ser un fan de la franquicia más que por ser un buen exponente de su género.
Bon Apetit cuesta $10 en Vita y lo conseguí en oferta a $6. Ambos son precios aceptables, en especial si eres ávido fan de la franquicia. Sin embargo, la versión que viene para PC va a costar $20 incluyendo consigo todos los DLC. Por encima de la marca de $10 queda a discreción de cada quien.
En resumen:
¿Oferta o precio completo?
Precio completo (Vita) / Oferta (PC)
…traten ustedes de tomar capturas de gameplay mientras juegan un juego de ritmo y no fallar en el intento.