Hay una espina que no me puedo quitar desde hace tiempo: Dragon Ball me tiene harto.
Un billón de juegos al año, películas, una nueva serie, y no podría sentirme más… cansado, realmente no sé de dónde viene la fatiga, vivimos en una época donde todo es una secuela y a este punto debería estar desensibilizado con estas cosas, pero cuando veo gente emocionada por un nuevo Dragon Ball me frustro, me parece como una especie de esfuerzo desesperado para seguir conectado con una época que ya pasó.
Dragon Ball, por más bien hecho que esté, es algo que debería permanecer en el pasado, esto es como si le concedieran a Hulk Hogan una lucha en Wrestlemania 32 a sus 61 años: Regresando a una época donde literalmente casi todo en el producto actual lo supera en calidad.
¿De verdad quieren eso para Goku?
Ya con GT vimos lo que pueden hacer las ganas de exprimir a la gallina de los huevos de oro, en especial porque hasta el día de hoy siguen debatiendo su calidad, pero tampoco hay que irse muy lejos. Tal y como Hideo Kojima con Metal Gear, Toriyama pretendía acabar la serie mucho antes del final que tuvimos en la saga Z, pero había demasiados intereses de por medio como para permitirse ese lujo.
Ahora la emoción es porque supuestamente Toriyama está involucrado en el nuevo abime, pero eso no es ninguna señal de confianza para mi, porque la gente envejece y pierde el norte.
Como Hulk Hogan.
Me atrevería decir que, de hecho, Dragon Ball es el Hulk Hogan del anime. Puso a su medio en el mapa, pero manchando su legado mientras grita por atención en un mundo donde todo ya está dicho y hecho, pretendiendo regresar cuando los conocedores ya están hartos.
Seinfeld no debería tener nueva temporada, Hulk Hogan no debería regresar al ring, Dragon Ball no debería tener nueva serie.
Dejemos descansar en paz a Dragon Ball de una vez por todas. Su legado nunca muere porque siempre hay videojuegos y juguetes, pero hasta ahí deberían llegar las cosas, porque no me parece sabio en lo absoluto querer manchar su legado solo para hacer más dinero, y si de verdad te gusta la saga no me parece bien que te emocione su regreso, aunque eso suene arrogante.
Ya la película más reciente se sentía como el paso de Hulk Hogan en TNA, penoso y desesperado, imaginate un nuevo anime.
Pero vamos a ponerlo así:
Hogan quiere regresar a una WWE donde Dean Fucking Ambrose, Kevin Owens y John Cena (literalmente el sucesor de Hogan) existen.
Dragon Ball quiere regresar en un mundo donde One Piece ya lo obliteró en ventas (además de que es literalmente el sucesor) y JoJo’s FUCKING Bizarre Adventure está recibiendo el tratamiento animado en la forma de un long-runner.
Pero esto es un blog de nerds, así que este ejemplo es «mejor»: La segunda trilogía de Star Wars estaba directamente producida por George Lucas. ¿Fue ese intento de aferrarse al pasado beneficioso para el legado de la serie?
Imágen de portada vía WWE.